Y hay otros en los que disfrutas no sólo por el hecho de realizar tu deporte favorito, y por estar en compañía de los amigos, sino también por la hermosura del paisaje que tienes a tu alrededor. Eso es algo que me ocurre siempre que me acerco a Castroviejo. En esta ocasión fue con la bici y llegamos allí como aquel que no quiere la cosa, pero la verdad es que estaba precioso.
Lo cierto es que fuimos sólo para buscar la entrada al camino que sube a Moncalvillo, para cuando recuperemos la forma buena y nos de por subir por allí, que nos han dicho que es una subida preciosa, por bosque, y la verdad es que conociendo la zona estoy seguro de ello. Así que volveremos pronto y haremos lo que más nos gusta, disfrutar de la bici.